¡Levante la mano derecha!

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Si cuando te dicen que levantes la mano derecha levantas la izquierda, o tienes que pensar cuál de las dos manos es la derecha, podrías ser “bilateral”. Es un síntoma más común en mujeres que en hombres y a veces se asocia con dificultad para leer mapas. Probablemente ni atención le prestas, pero lee cómo se puede manifestar en los niños y resolverse a temprana edad.

Cuando mi hija estudiaba tercer grado, la maestra se quejó de que cuando terminaba de hacer los trabajos o exámenes, estaba inquieta y no dejaba trabajar a los demás estudiantes. También se quejó de que hablaba demasiado. Algunas letras que la maestra escribía en la pizarra mi hija no las leía como estaban escritas (no, no era dislexia). A pesar de todo eso, sus notas eran excelentes y nunca me había dado problemas de disciplina, pero la maestra tenía una actitud muy negativa hacia ella. Hablé con la maestra del año anterior, y me dijo que cuando le había ocurrido lo mismo con la niña, simplemente la mantenía ocupada y la situación no se había repetido. Me recomendó que la llevara a evaluar con un psicólogo educativo.

Así lo hice, y el día que fui a reunirme con él para que me diera los resultados de la evaluación, me dijo como saludo inesperado: “Levante su mano izquierda”. ¡Yo levanté la derecha! En seguida me dijo: “Ese es el problema y se hereda. Se llama “bilateralidad’”. Sus recomendaciones fueron dos: que la mantuvieran ocupada cuando terminara los trabajos en el salón, y que tomara un mínimo de un año de clases de jazz para optimizar la coordinación neuromuscular. El jazz dio un resultado excelente, aparte de que mi hija estaba feliz con lo del baile.

Aunque esta condición no se ha estudiado tanto como otras (uno de los pocos que la han estudiado es Eric Chudler), se calcula que lo padece entre el 15 y el 20% de la población, el 20% de los estudiantes universitarios, y es más frecuente en las mujeres y en personas de inteligencia sobre-promedio. Hay cuatro posibles explicaciones sobre la causa. Una es que las funciones específicas que residen en el lado izquierdo y el lado derecho del cerebro no están bien definidas. Otra indica que puede ser el grado de lateralización del cerebro. Otros dicen que es una estructura anormal del lóbulo parietal. Dicho simplemente, el cerebro tiene dos hemisferios. Si eres bilateral, las funciones de tus hemisferios pueden no estar bien definidas. No se considera grave ni crítico, excepto cuando la persona conduce y vira hacia la izquierda en vez de a la derecha, porque no va a llegar a donde va (el GPS o aparato de navegación satelital es un buen instrumento de ayuda en estos casos). Y cuando prestes juramento, asegúrate de levantar la mano correcta.

Si ser bilateral es hereditario, ¿por qué no se detecta antes de la edad escolar? Porque el síntoma no se hace notar. En los grados primarios, la enseñanza va del pensamiento concreto a los conceptos abstractos. Cuando se empieza a avanzar en el pensamiento abstracto, el niño bilateral tiene que adaptarse a ese cambio, le da ansiedad y sabe que algo le ocurre, pero no lo puede explicar ni puede manejar lo que le pasa. Ya que esto suele pasarle al niño de inteligencia sobre promedio, su ansiedad aumenta porque se le hace difícil funcionar al nivel que acostumbra, y su conducta cambia. Entonces necesita una intervención profesional que sugiera la herramienta correcta que lo lleve al nivel de coordinación necesaria para corregirse y funcionar mejor.

Observa a tu hijo y mantente informada sobre su comportamiento en el salón de clases. Dale seguimiento a cualquier cambio porque ningún cambio repentino en conducta se debe tomar por “normal”, “bueno” o “natural” o motivo para disciplinar, sin antes indagar su causa. Cualquier síntoma puede ser significativo o simple como ser bilateral, pero es más fácil llegar a adulto sin tener que pensar cuál es la mano derecha.

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