El chisme es tan bueno como su intención
“El chisme no me gusta, pero me entretiene” es la afirmación popular que usamos para justificar que somos chismosos y lo disfrutamos, en el mejor sentido. A las mujeres nos tildan de chismosas, aunque se sabe que los hombres también lo son. La diferencia es que ellos no le llaman “chismear” a lo que hacen; le llaman hacer “networking”. El chisme tiene una connotación negativa porque se ha usado y se usa mucho para hacer daño. No obstante, científicamente hablando, sin el chisme, la sociedad hubiera desaparecido.
La palabra “chisme” proviene del latín schisma, que significa “separación”, pero en el idioma inglés antiguo, su equivalente gossip procede de la palabra godsibb o “god siblings”. En el Siglo 18 eso significaba “personas relacionadas en Dios” o los que para nosotros son compadres. La palabra gossip se acuñó para referirse a las conversaciones íntimas de la gente con sus amigos más cercanos y sus compadres. Aquí estaban incluidos los hombres que salían a beber con sus amigos y hasta las mujeres que ayudaban a otras durante los partos. Curioso ¿verdad? Otro significado que se atribuye a ese vocablo inglés es “ser un amigo de”.
Los estudiosos del chisme como los doctores Ralph Rosnow, Jack Levin y Nigel Nicholson en distintas épocas y disciplinas, reivindicaron la cualidad positiva del chisme en su significado original. Observa el lado positivo del chisme.
- La gente habla sobre otra gente porque si no lo hiciera, ellos y aquellos de los que hablan se sentirían enajenados o rechazados. El famoso escritor Oscar Wilde decía que hay algo peor que el hecho de que chismeen sobre uno: que no chismeen sobre uno.
- La función principal del chisme es hacer comparaciones sociales. Cuando hablamos de las situaciones de otros, nuestros problemas nos parecen más pequeños.
- El chisme satisface la necesidad básica de adquirir información sobre los aspectos personales de la vida de la gente.
- Llena la necesidad tribal natural en el ser humano de pertenecer a un grupo y ser aceptado. Es una manera de contribuir a la formación de un grupo y crear lazos emocionales íntimos y solidarios entre los miembros.
- Aunque el chisme se torna intrigante cuando no está aquel de quien se habla, el chisme demuestra sensibilidad hacia los otros, positiva o negativa.
- Cuando el chisme es positivo, une a la gente y a las comunidades en su identidad colectiva. Un buen ejemplo está en los pueblos pequeños donde todos se conocen y están prestos a ayudarse entre sí porque todo se sabe rápido, aunque también los rumores menos buenos se conocen y distorsionan con facilidad.
- El chisme es inevitable y si es positivo, no genera culpas. El problema puede causarlo su contenido. El habla, el lenguaje, la vida social compleja y la inteligencia maquiavélica que la humanidad ha desarrollado distorsiona las emociones que afectan al chisme. De sus funciones originales de crear lazos, influencia y alianzas sociales y ser solo el recuento de una historia, puede convertirse en un rumor malicioso y/o malintencionado muy perjudicial para alguien.
- Los chismes humanizan a las figuras públicas; por eso nos gusta saberlos. Si conocemos chismes de los famosos, los vemos más parecidos a nosotros y menos lejanos y perfectos. Además, históricamente, los chismes y sus consecuencias han probado su virtud (especialmente con la intervención de los medios de comunicación) de restaurar la estabilidad de muchas instituciones y poner en su perspectiva correcta a varias figuras públicas.
Por supuesto, el chisme tiene su lado oscuro que es el que más conocemos y con el no queremos que nos identifiquen. Cuando los chismes son dañinos, además de desperdiciar el tiempo y la energía de quienes participan en ellos, causan ansiedad, dividen empresas, organizaciones y comunidades, reducen la confianza entre los seres humanos, y destruyen relaciones, carreras y reputaciones. Algunas personas chismean para intercambio de información. Otras lo hacen para sentirse superiores, captar atención, establecer control y poder, y por celos o venganza. Bajo esos matices, el chisme deja de ser información fidedigna y se convierte en el chisme negativo donde los datos se distorsionan, se corrompen y están muy lejos de la verdad; tal vez son totalmente falsos.
¿Qué pasa si chismean sobre ti, bueno o malo?
Averigua de dónde viene el chisme y por qué; los comentarios se toman como de quién vienen. Sea bueno o malo el chisme, es importante e interesante conocer la percepción de otros sobre ti. Puedes querer modificar cómo te proyectas o aceptarte como eres. Si es bueno lo que dicen, celebra y sigue explotando esa parte de ti. Si es malo, toma medidas para atajarlo, protegerte y evitar que se repita.
Busca apoyo en alguien de tu confianza, si el comentario no te conviene, de manera que puedas combatirlo.
Si te gusta chismear…
Habla lo que estarías dispuesta a repetir si estuviera presente la persona de quien hablas.
Desarrolla la virtud de la discreción. Cuando chismees, no reveles secretos de otros, a menos que tengas su consentimiento.
No te involucres en los chismes negativos de oficina ni entre los amigos comunes.
Sé precavida. Inclusive los chismes positivos pueden distorsionarse y convertirse en comentarios negativos en la boca de otro. Entonces la perjudicada serás tú.
Disfruta los chismes buenos, empezando por los de las celebridades. Pueden ser muy entretenidos y usualmente no le hacen daño a nadie. Los expertos afirman que el chisme es inevitable. ¿Será cierto?
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