Cambia tus estrategias si quieres un ascenso

Las mujeres somos campeonas resolviendo problemas, pero el mundo laboral no piensa igual. Se cree que es por eso que las mujeres, especialmente en posiciones gerenciales, siguen ganando 81% menos que los hombres. Además, integran solo el 3% de las posiciones de Principal Oficial Ejecutivo (CEO)  de corporaciones Fortune 500 y el 15.2% de las sillas en juntas de directores de corporaciones.

Cuando las mujeres tenemos un problema, empieza a funcionar nuestra privilegiada mente multitareas, pesando los elementos. Queremos considerar todo, incluyendo cómo nuestra solución va a afectar las relaciones interpersonales y los sentimientos de todos los involucrados. Consultamos  con varias personas, sean o no parte de la situación y probablemente nos toma más tiempo resolver el problema.

Cuando los hombres tienen un problema, consideran únicamente  la situación en sí.  Son agresivos y fríos y directos en resolver y en su estilo de administrar.

¿Qué otros factores impiden que las mujeres sean promovidas en su lugar de empleo y  hasta alcancen posiciones de poder?

• Las mujeres son promovidas a base de que ya demostraron que pueden hacer el trabajo. Los hombres son reclutados y promovidos a base de su potencial.
• Los hombres aceptan ascensos tan pronto se los proponen, sin pensar cómo se va a afectar su vida personal. Las mujeres, cuando se les ofrece un ascenso,  tienden a no responder de inmediato porque quieren darse tiempo para pensar cómo eso les afecta en el cuido de sus hijos y tal vez de sus padres, y su vida personal. Lo peor es que así mismo lo verbalizan.
• La mujer tiene un alto sentido de auto crítica y lo expresa. Por ejemplo, si  le ofrecen una promoción, expresa  que no sabe si está capacitada para el puesto. Un hombre jamás haría eso.
• Las mujeres generalmente no cuentan con un mentor que las promueva dentro de su lugar de trabajo. Los hombres buscan mentores y los consiguen.
• Los hombres se ocupan de que todos (especialmente el que tiene puede promoverlo) sepan lo competentes que son y todo lo que hacen por la empresa. Las mujeres tienden a ser de bajo perfil; no vociferan lo que hacen.

Las empresas tienen metas específicas. Lo único que las lleva a re-evaluar sistemas de promoción de empleados es ver ganancias que se puedan medir contra las ejecutorias de su fuerza laboral y su equipo administrativo.  Si tienes aspiraciones de ascenso en tu empleo, empieza por asegurarte de que tu eficiencia se puede medir en ganancias para la empresa. Haz notar lo competente que eres, ante todos y ante los que te pueden promover. Si te ofrecen una promoción, acéptala en seguida y sin comentarios sobre tu capacidad. Ve a tu casa y entonces tomas decisiones para resolver cómo eso va a afectar tu vida personal. De todas maneras, te ofrecen  la promoción porque te saben capaz. Empieza en el nuevo puesto y si te queda algo por aprender, calla y aprende en el camino. Aprende a ser más directa en la solución de problemas y situaciones. La siguiente estructura te ayudará.

1. Define el problema y sus consecuencias, inmediatas y de largo plazo.
2. Consulta solamente a personas directamente involucradas y a expertos y/o personas que hayan tenido éxito manejando algo similar. Ten cuidado con las posibles agendas ocultas de las personas a quienes consultes.
3. Analiza las causas.
4. Identifica posibles soluciones y sus consecuencias.
5. Decide con cuáles consecuencias es más fácil convivir y/o manejar.
6. Implementa las soluciones.
7. Evalúa los resultados por si tienes que cambiar algunos detalles de implementación.
8. Recuerda las causas que analizaste y toma medidas para que no se repita el problema.
9. Toma tu propia decisión, pero esta tiene que beneficiar a tu lugar de empleo y a ti.

Haz todo este proceso en un día o menos, dependiendo de la complejidad y la urgencia del problema. Determínate a ser ágil y decidida en la solución de problemas en tu lugar de trabajo.