Es personal

Soy editora profesional y me fascina. Como escritora, he escuchado decir que uno debe mantenerse en un “nicho”, tema o género. Escuchar eso ha sido traumático para mí durante años. Yo me cultivé como escritora en un periódico diario y mi formación se quedó en mí, como la influencia de los cientos de libros que he editado… todos diferentes. Conozco una infinidad de temas, me mantengo al día en muchos de ellos; lo que no sé, lo investigo. De manera que he decidido salir del trauma y si hoy escribo sobre perros y mañana de gatos, quiero escribir de todo lo que sé. Mis años no pueden correr en vano.

Hablemos de lo que es “personal”. Los cantantes mexicanos Yuri y Mijares hicieron famosa una canción que decía: “Entre los dos no hay nada personal” … El resto de la lírica explica la incongruencia de cuando las personas explican decisiones o denominan relaciones con las palabras “esto no es personal”, como cuando en la película de El Padrino decían: “no es personal, es estrictamente negocio” y ahí va el balazo, pero el balazo mataba a la persona, no al negocio. Alguien es despedido de su empleo, pero no es “personal”. Es ridículo; siempre que se afecta a una persona, el asunto se vuelve personal.

Cuando yo entrevistaba a multimillonarios en Puerto Rico, cuyas empresas tenían más de 60 o 50 años de fundación, solían tener empleados que les habían ayudado a levantar su negocio y ellos, además del salario, tenían concesiones especiales y beneficios marginales para ellos y sus familias como dinero extra, pagos especiales de las vacaciones anheladas, trato diferente a otros que no habían sido tan de confianza ni habían luchado junto a ellos. Ese era el tratamiento personal que se ganaron a pulso de lealtad y confianza.

Hoy cuando te refieres a esa conducta, muchas veces la frase del hombre de negocios es “es que hay que saber separar lo que es negocio de lo que es personal”. En el contexto del nivel de familiaridad, se entiende la actitud. En el contexto de recompensa justa, lo “personal” ayuda al negocio. Los negociantes de otros tiempos usaban la recompensa personal para incentivar a personas específicas a hacer crecer el negocio y les daba muy buenos resultados… en actitudes, lealtad, progreso y dinero. El detalle personal bien administrado siempre ha rendido frutos de lealtad y solidaridad de negocios, desde tiempos bíblicos. Es personal… con resultados personales y administrativos que, al final,  multiplicarán las ganancias.

¿Qué pienso yo, sencillamente escrito? Que todo es personal porque vivimos entre personas, nos relacionamos con personas, dependemos de personas, necesitamos a las personas. Ignoran nuestros esfuerzos o los destruyen, o nos ayudan a levantarnos. Siempre es personal, aun en los negocios.

Tu amiga y editora,
Ofelia Pérez