¡A pensar, hablar y escribir con precisión!

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Lo que nos faltaba era volver a las películas mudas para reforzar el desinterés de comunicarse verbalmente con un lenguaje pensado y preciso.  Estamos en tiempos de poca conversación, escaso contacto personal, pensamiento impreciso, falta de vocabulario y escritura ambigua. Cuando decimos palabras certeras, otros nos miran aterrados y piensan que somos elitistas.

Todo eso me preocupa, igual que el desconocimiento del lenguaje español. Creía estar sola en el mundo hasta que leí una columna del escritor David Woods en el periódico The Philadelphia Enquirer, analizando el mismo problema con el idioma inglés. Supongo que William Shakespeare y Miguel de Cervantes se están revolcando en sus tumbas, cada cual en su idioma.

Woods menciona al autor Alan Bloom, que en su libro The Closing of the American Mind presenta que el mal uso del lenguaje inglés se debe a que los estudiantes han perdido la práctica de leer, y con la excusa de ser “auténticos”, tienen pocas pretensiones culturales. Consideran el buen uso del idioma como lazos ritualistas hipócritas con la alta cultura.

Por fin se pusieron de acuerdo ambos idiomas porque con la lengua española está pasando exactamente lo mismo. Gracias a los cambios sociales, al deterioro de la educación y a las conveniencias tecnológicas, se le huye a pensar, a leer, a hablar y a escribir. La atención del sistema educativo sobre el lenguaje es cada vez menor.

Ni se exige ni se inspira a los estudiantes a leer ni a que les guste leer, de manera que  no desarrollan vocabulario, aparte de tener la actitud de que el lenguaje no tiene importancia.  Tampoco se les enseña a hablar ni a escribir correctamente.

El tipo de pensamiento que se desarrolla hoy en día tiende a ser impreciso y de poco lenguaje, de manera que el habla y la escritura son igualmente imprecisos.  El que no organiza el pensamiento, no  habla ni escribe bien. Y ¿para qué escribir, si la gente no lee porque no tiene tiempo? ¿Por  qué aprender a escribir si la computadora puede corregir? Bueno, corrige hasta cierto punto. Mientras tanto, se carece de una cultura general mínima, que tanto se necesita en el trabajo y en la vida social. Por ejemplo, en vez de hablar con palabras claras, se tiende a decir muletillas generalizadas que, desgraciadamente, hasta los políticos usan en sus discursos.

 

Otra consecuencia de toda esta falta de lenguaje es que se ha perdido el revelador entretenimiento de la conversación. Es más fácil y menos comprometedor relacionarse de lejos con frases cortas, sin acentos ni comas. No es necesario aprender y practicar el lenguaje correcto, pero tampoco se desarrolla el área pertinente del cerebro.

 

También perdemos el verdadero significado de las palabras porque donde no hay conversación personal, no hay intercambio de lenguaje corporal. Los expertos en sicología y lingüística aseguran que el 90 por ciento del mensaje que decimos lo comunica el cuerpo. Así que, de las comunicaciones modernas, solo recibimos y hablamos un diez por ciento. Por supuesto que la gente tiene problemas de comunicación. La poca comunicación que tenemos es verbalmente imprecisa y un 90 por ciento incompleta.

Aunque todo esto sea parte de los nuevos tiempos, cualquier persona que quiera obtener buenas  oportunidades laborales y enriquecer su círculo social en un mundo tan competitivo, necesita prestar atención al lenguaje, la base de la comunicación.

Si quieres alcanzar el éxito y te interesa pensar, hablar y escribir con organización y corrección, te sugiero hacer lo siguiente.

  • Lee algo todos los días. Empieza por temas que te gusten, ya sea en revistas, Internet o libros. Eso aumenta tu vocabulario.
  • Lee sobre temas vigentes y relacionados a tus ambientes laboral y social. Eso te ayudará a conversar sobre diferentes temas en las reuniones a las que asistes.
  • Sabemos que los correos electrónicos deben ser breves, pero empieza a repensarlos antes de enviarlos para que sean precisos y uses la gramática y las palabras correctas.
  • Al menos una vez a la semana, conversa personalmente con alguien.
  • Organiza tus pensamientos antes de hablar y de escribir.
  • Observa las muletillas en tu vocabulario y redúcelas hasta eliminarlas.
  • Las antiguas notitas para expresar las gracias por un favor están de vuelta, tanto en las relaciones de negocios como en las personales. Son muy efectivas, pero escríbelas a mano y en español correcto.

Pensar, hablar y escribir correctamente no es manía de una generación anterior ni está pasado de moda.  El uso preciso y pensado del lenguaje hablado y escrito, aunque sea breve, sigue siendo importante y abre puertas hacia el éxito.

Ahora dime, ¿sientes esto mismo? ¿Cuál ha sido tu experiencia en este tema?

 

Tu amiga y editora,
Ofelia Pérez

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Advertencia: Los balidos del Dr. Radio en varias secciones de este libro contienen argot boricua de tierra adentro. Mantenga distancia. Usted corre el riesgo de contaminarse.Soy editora de libros con mi propio sistema. Respeto y sigo las reglas tradicionales de un...

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Soy Coach certificada de escritores… de personas en aprietos… de empresarios. Mis clientes a menudo son esas tres cosas. Soy muy buena inspirando cambios. He disfrutado muchos resultados en muchas personas. “… ¿Y eso qué es? ¿Entrenas un equipo deportivo y el jugador...

Es personal

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Como apasionada editora, Ofelia Pérez defiende la pluralidad de sus intereses y conocimientos. Rechaza la idea de limitarse a un nicho y promueve la personalización en los negocios, fundada en relaciones personales sólidas. Con ello, argumenta que lo “personal” impulsa el éxito, fomentando lealtad y progreso mutuo. Todo, al final, es personal.