Milagro de 7 millas

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“No importa las tormentas que haya en tu camino, nunca tendrás que preguntarte si tu Padre te ha desamparado… Dios se acordará de ti. Él nunca te fallará. Él actuará a tu favor, una y otra, y otra vez. Puedes saber que Dios está contigo, incluso si no sientes su presencia todo el tiempo”

Steven Furtick

 

Hago todo lo posible por conocer y escuchar personalmente a los autores que edito. De vez en cuando necesito un milagro de Dios para lograrlo. Este fue uno de esos casos. Tuve la maravillosa experiencia de ver y escuchar en su iglesia de Ballantine en Carolina del Norte a este singular predicador cuya tónica de hablar “con los pies bien puestos en la tierra” logra calar en lo más íntimo de cualquier persona. Igual lo logra con lo que escribe. Hablemos de Milagro de las 7 millas: un viaje a la presencia de Dios mediante las últimas palabras de Jesús, donde las famosas 7 palabras de Jesús en el camino de las 7 millas para ser crucificado, cobran una vida aplicable para ti y para mí: el camino hacia la presencia de Dios.

Las “7 palabras” que has estado escuchando durante años, el autor las llama los 7 marcadores de millas de Jesús, y las interpreta como las palabras que necesitas para llegar a Su Presencia: perdón, salvación, relación, abandono, aflicción, triunfo y reunión. Las 7 palabras que dijo Jesús en esas 7 millas recorridas por ti cobran un sentido extraordinario de cambio, vida y fe. Cuando lees todo lo que significan, regresan a ti la esperanza, la fe y la paz que necesitas para vivir.

Si estás pasando por una crisis, por una situación difícil, el autor te recuerda:

Dios te dice hoy: “No hay límite en cuántas veces puedo sanar tu corazón roto cuando estás herido”.

Jesús te dice hoy: “Yo no me olvidaré de ti. No te dejaré en tu cárcel.”

Cuando tienes a Jesús, tienes todo lo que necesitas.

Lo que estás atravesando no es inusual, y no es permanente. Saldrás de eso.

Hay dos cosas que te ayudarán a descubrir el significado de tu aflicción: confianza y tiempo.

Tú estarás débil a veces; y es entonces cuando Jesús estará más fuerte en ti.

A veces todos tenemos “sed” de algo, y buscamos satisfacer nuestra necesidad en lugares equivocados. ¡Cuidado!

Debes seguir orando por lo que sientes que deberías tener. Eso no es egoísmo; es una señal de fe.

No es poco usual que Dios le dé la vuelta a lo que esperas, para darte lo que de verdad necesitas.

La derrota es temporal. La victoria es para siempre.

Percepción: Dios está ausente. Realidad: Él está ahí todo el tiempo.

Tú nunca estás  fuera de las manos de Dios.