¡Únete a la Tribu bárbara en pos del corazón del Rey!

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“El fin supremo de Dios para nuestra transformación es desatar la fe indómita en nuestro interior. Cuando su Espíritu es derramado en nuestras vidas, somos inspirados a un nivel de vida extraordinario. Tribu, Erwin Mc Manus

En julio del año pasado, iniciamos un Club de Lectura en Pura Vida Books, en Orlando, Florida. Ya no tenemos “Club”. Ahora tenemos nuestra Tribu. Las lectoras fabulosas con quienes me reúno cada lunes, decidieron (y yo secundé) unánimemente que somos una “Tribu”. Entendimos que Dios unió con propósito a seis mujeres persistentes que, más allá de leer, tienen la semilla del bárbaro que describe Erwin McManus en su libro. Estamos dispuestas a vivir y transmitir la fe indómita.

Sabemos para qué conocemos a Dios y “cuando conocemos el temor del Señor… en esencia comenzamos a vivir una vida en la que somos valientes”.

Sentimos que como tribu de bárbaros (¿o bárbaras?) somos “una especie totalmente diferente dentro del conjunto de la humanidad”.

Creemos en “la marca más extraordinaria del Espíritu de Dios en el corazón de la humanidad: la libertad para vivir sueños mayores que nosotros mismos”. Tenemos claro que “los bárbaros nunca existen simplemente para sobrevivir. Los bárbaros nunca se limitan a pasar el día. Los bárbaros quieren vivir, y vivir la vida totalmente despiertos”.

Hemos hecho nuestras también las siguientes palabras: “Ser llenos del Espíritu de Dios es ser llenos de sueños y visiones que son demasiado atractivos para ignorarlos. Vivan o mueran, tengan éxito o fracasen, los bárbaros deben perseguir e intentar tales sueños y visiones. El espíritu del bárbaro sueña grandes sueños y encuentra la valentía para vivirlos”.  

Los libros que merecen ser leídos y estudiados son aquellos que fueron escritos para provocar una “metamorfosis a la espera de suceder en el interior de cada uno de nosotros”, como este. Miramos nuestro futuro con la expectativa de lo mayor y lo mejor.

Cada quien en nuestra recién nacida “Tribu” está descubriendo su destino divino, y entendiendo quién fue creada para ser. La obra del Espíritu Santo ha sido impresionante a través de Tribu. Ha sido una experiencia sorprendente.

“El llamado de Dios es más que un salto de fe; es una vida de fe.”

Dedico este blog a mis compañeras fundadoras de la Tribu: Verónica, Coraliz, Arlene, Myra, Betzaida, Amy, Lymarie; a quienes anhelan llegar a nosotros: Ana, Lizzy, Nitza y Lisandra; y a las que Dios va a traer.